Fotografía: Claudia Meléndez Salinas
Hace algunos años me recomendaron asistir a AWP, la conferencia literaria más grande de Estados Unidos. Fue ahí donde conocí, por primera vez, a algunas de las personas que hoy forman parte de una comunidad que me acompaña e inspira en mi escritura.
Este año tuve la suerte de regresar, ahora en Los Ángeles, y de escuchar a poetas de todos los rincones del país leer su obra y hablar de sus procesos creativos. Uno de mis momentos favoritos fue participar en la lectura del libro Somos Xicanas, una antología que reúne a escritoras poderosas: desde algunas de las voces más influyentes de la literatura mexicoamericana hasta autoras emergentes que escriben sobre feminismo, identidad y política.
Fue en ese evento donde escuché por primera vez el poema Inmigrante, de la escritora y periodista Claudia Meléndez Salinas. Me conmovió su lectura, pero también la forma en que su lírica nos invita a recordar de nuestro poder, nuestra “escencialidad”, como ella la nombra.
Esta semana, mientras se intensifican las noticias de redadas y se han registrado records históricos en el número de detenciones de comunidades migrantes, le pedí a Claudia que me permitiera compartir su poema con ustedes.
Apenas han pasado seis meses desde el inicio de una administración que ha declarado la guerra a nuestras familias, y lo que vemos es solo la punta del iceberg. El presupuesto federal y las colaboraciones con agencias del orden público locales ya anticipan un posible incremento masivo de detenciones.
Los próximos meses serán cruciales en el desarrollo de esta campaña de terror. Será nuestra responsabilidad, de todas y todos, no permitir que este atropello se normalice. Porque no es normal que cientos de personas estén siendo arrancadas, desaparecidas de sus comunidades, a manos de enmascarados que actúan en nombre del Estado. No es normal que hayamos perdido la posibilidad de presentarnos ante un juez y defender nuestros casos. Y cuando estas formas de opresión se normalizan, terminan por alcanzarnos a todos. Hoy es un inmigrante que salía de la graduación de su hija; mañana puede ser cualquiera de nosotros que escribe, que habla, que protesta.
Organizaciones de todo el país están urgiendo a las comunidades migrantes a prepararse con asesoría legal y acompañamiento. Y a quienes tenemos documentos, nos llaman a aliarnos: a acompañar, documentar y protestar las detenciones con celulares, con amplificación, con capacitación.
“Exígelo todo sin miedo”, dice el poema de Claudia. “Levanta tu cara al sol.” Y es justo eso lo que este momento nos llama a hacer: alzar la mirada y luchar contra la injusticia desde todos los rincones de la sociedad. Ninguno de nosotros podrá detenerla por sí solo, pero un coro de voces puede obligar a Trump y su Gestapo a frenar.
¿Cómo estás tú procesando este momento? ¿Qué más podemos hacer para denunciar y detener estos ataques?
Agradezco profundamente a Claudia por compartir su poema, y a ustedes por ayudarnos a seguir haciendo crecer esta comunidad. La semana pasada se unió el mayor número de personas al Substack desde que comenzamos, y eso me llena de alegría. Ojalá sigamos creciendo La Bella Práctica, y que este espacio también pueda servir para compartir el trabajo de más escritores.
¡Nos leemos pronto!
Inmigrante
Levanta tu cara al sol ese mismo que acarició el rostro de tus ancestros en tierras lejanas fértiles, bondadosas.
Inmigrante por tus venas corre sangre de astrónomos mercaderes orfebres
gente de bronze que te pensó siglos antes de tu arribo se inspiró en tí y te dedicó su más tierno floricanto.
Inmigrante de platos como lunas de fresas como estrellas de sábanas como mares
gigante como secuoyas anciano como Yosemite profundo como el Gran Cañón
en tus manos encomendamos nuestras lechugas y hamburguesas nuestros niños las oficinas donde trabajamos la cama donde dormimos cuando vacacionamos y gracias a tí, que tan a gusto que lo hacemos
en tí se concentra la magia que transforma política, geografía y economía en proyecto de rehabilitación tu linaje te preparó para ser puente entre necesidad y abundancia, entre angustia y esperanza entre pasado incierto y futuro prometedor.
Inmigrante, fundamental como el oxigeno su prima el agua, la vida misma. Tu esencialidad te da derecho a un lugar seguro para vivir salarios justos, atención médica buenos maestros para tus niños.
Respira hondo invoca a tus ancestros y exígelo todo sin miedo que ellos sin duda velan por tí.
Inmigrante de aquí, de allá, de donde quieras ser. Levanta tu cara al sol y deja que el mismo calor que te recomfortó en tierras lejanas te enaltezca por tu sudor, aquí en éstas tierras fértiles o en donde quiera que estes.
El poema Inmigrante fue posible gracias a la colaboración de Radio Bilingüe. Puedes escuchar una versión narrada del poema AQUÍ.
Gracias por compartir este poema de Claudia. Haré lo mismo con mis compañeros en Nashville donde estaremos presentes este viernes cuando aparece Kilmar Abrego Garcia en el corte federal. ¡Exígelo todo sin miedo! 🧡