Foto: Alonso Parra
Queridos, Queridas, Querides,
Estamos a semanas de que los votantes comiencen a decidir quién será el próximo presidente de los Estados Unidos. Es la elección más trascendental de nuestra historia, y no puedo ser solo un espectador.
A partir de esta semana, me uno como asesor en el estado de Arizona para ayudar a elegir a Kamala Harris como la próxima presidenta de los Estados Unidos, y juntos comenzar el fin, ojalá de una vez por todas, de la ola de caos, odio y división que ha resurgido desde que Donald Trump entró en la arena política.
Mi trabajo siempre ha sido colaborar con otros para avanzar y proteger nuestros derechos, no solo ganar elecciones. Pero estoy completamente convencido de que, para seguir abogando y luchando, necesitamos personas en el poder que nos escuchen y nos representen. Kamala Harris es la mejor opción, y voy a trabajar arduamente junto a organizadores y voluntarios para elegirla y dar paso a una nueva era política basada en la unidad, el compromiso y la verdad.
Las campañas electorales son increíblemente demandantes, y hasta que el último votante no entregue su boleta el 5 de noviembre, no podré comprometerme a compartir reflexiones cada semana. Tal vez escriba notas o pensamientos, pero no con la constancia que he tenido desde principios de año, ni mi intención es que la Bella Práctica se convierta en un boletín político.
Me emociona retomar el hábito después de las elecciones, renovar mi compromiso y, ojalá, hacerlo con buenas noticias. Por ahora, todos tenemos que poner nuestro granito de arena, ya sea como voluntarios en la campaña, a través de algunas de las opciones que comparto abajo, o en cada uno de los espacios que habitamos.
Este no es un momento para simplemente opinar sobre lo que se debería hacer en las elecciones. Es momento de actuar. Somos más los que queremos un futuro prometedor, más los que queremos que nuestras familias permanezcan unidas y sin miedo, pero al final de cuentas, no importa cuantos seamos los conscientes, sino cuántos salgamos a votar. Es hora de hablar con nuestras familias, asegurarnos de que estamos registrados para votar y hacer todo lo posible para que NADIE tenga la excusa de que no supo cómo ni cuándo hacer que su voz cuente.
Valoro de antemano su apoyo y paciencia, y les agradezco inmensamente la bella comunidad que han construido conmigo en los últimos meses.
¡Nos leemos pronto!
Luis Ávila
Recursos: